Observando el mar

Me apetecía dar un paseo.
Caminando descalza, como de costumbre, surqué la playa dejando que el agua mojara mis tobillos. Llegué hasta una roca que sobresalía en la horilla, trepé y me senté en ella.
Respiré ondo y me relajé, disfrutando de las vistas.

Me giré nada más oir su saludo.

-Hola.-dije simplemente.

Me puse de pié y de un salto bajé de la roca.

-Tú cara me suena.-empecé.-Eres una de las trillizas, ¿no?-pregunté.

Sonreí.

-Encantada Mariella.-dije.-Yo soy Leah.

Le tendí la mano a modo de saludo.

-Tranquila, -empecé.-es agradable ver a alguien por esta zona. Últimamente la Push está vacía.

Lobos, era a lo unico que holia en ese lugar, bueno... lo unico que habia olido hasta que llego a mi un delicioso aroma a sangre humana, sin pensarlo me acerque al lugar, aunque no atacaria en ese sitio... al menos no por el momento.
Mi mirada se dirigio desde los arbustos a las dos chicas que se encontraban hablando en la playa, ya no respiraba, solo me mantenia atento por algun cambio, con los ojos de un cazador que sigue a su presa, aunque controlando hasta mi ultimo movimiento y teniendo estos tapados tras unas oscuras gafas de sol

-Sí...-dije.-Aunque nos pasamos discutiendo el noventa porciento del tiempo.-bromeé.-Es de mis mejores amigos.

Suspiré pensando en Jake, hacía mucho que no le veía.
De pronto sentí como se me erizaba el vello de la nuca, apestaba a vampiro.

"Tranquilizate Lobita..."
Pense sin moverme o siquiera hacer un leve ruido, sin perder mi vista de ellas, ahora fija en la loba, lo bueno de aquello era que ellos no lo tenian tan facil para descubrirme, al menos no tan facil como podrian pensar.

Miré a ambos lados en busca del susodicho chupasangres. No le ví, estaba bien escondido.

-No...-empecé sin apartar la vista de la linde del bosque.-Tranquila, no pasa nada.-dije volviendo a mirarla.

No quería alarmarla, además el hedor solo me indicaba que había un frio en las inmediaciones, y con uno podía yo solita de sobra.

Escuche sus palabras y una suave risa salio desde mi, descubriendo mi hubicacion, la cual no tube reparos en avandonar para dejarme espuesto.
Un adolescente de 18 con cara de niño inocente, pero que en realidad era letal, siendo capaz de manipular la mente con solo una palabra
Buenos dias Mademoiselles, bonito lugar para pasear y poco sol para tener que ocultarse...
Fue lo unico que dije mientras mi vista se dirigia, escondida por las gafas hacia la chica humana, aunque la sonrisa divertida que se dibujo en mi rostro señalaba a ambas.
Yo no tenia reparos en mostrar mi naturaleza, pero y ella? ocultaria lo que era a los humanos?, aunque, en verdad no me importaba ya que yo no iba a ser quien comenzara la pelea...

La miré fijamente, con un gesto serio.
Asentí.
De pronto oí una risa en el bosque y me giré rápidamente. Le lancé una mirada asesina y tiré de Mariella, para colocarla detras de mi.
Miré fijamente al chico, no parecía muy amenazador, pero no me confié.
Le miré fijamente, con el entrecejo fruncido, atenta a todos sus movimientos.

(Off: voy a ducharme, no me dejeis atrás )

Oh... venga, calmense chicas...
Comente mientras mi don actuaba sobre ellas y manejaba su mente de manera que se calmaran y me pudiera acercar hasta quedar sentado en la roca sin dejar de mirarlas
No voy a pelear con una dama, ni siquiera aunque esta pueda ser un lobo que tenga el mismo tamaño que un oso...
Agregue sin prestar mucha atencion
Sentaros...
Mi don siempre actuaba pero solo era precaucion para que no pudieran atacarme

De nuevo me veía buscando a Mariella como un desquiciado, y mas aun cuando Alice me dijo que había desaparecido de repente porque había entrado a la Push. Quitando el echo de que no me fiaba de los licántropos, estaba lo de que si Alice no la veía a ella tampoco vería a James y eso me volvía loco. Ignoré completamente sus recordatorios de que no podíamos entrar en territorio Quileute y cogí el coche yendo hacia allí a toda prisa. Aparqué en la frontera y al salir me azotó la olor a licántropo, arrugué la nariz y entonces pude percibir aquel pequeño atisbo a vampiro, y uno desconocido además. Eché a correr al instante, valiéndome de mi velocidad extra incluso entre los de mi raza y aminoré en cuanto llegué a la playa donde pude ver al vampiro y a Leah entre él y Mariella. Gruñí entre dientes al comprobar en la mente del desconocido que estaba manipulandolas, seguramente era su don, y eso me enfureció aun mas, pero no tenía que pelear, no aquí. Me acerqué a paso lento, pero totalmente tensado y mirando al vampiro fijamente. -Marie... ¿estás bien? -pregunté secamente cuando estube junto a ellos, aun con la vista fija en el otro.

Me sentía levemente aturdida, ¿acaso el vampiro trataba de ejercer algún poder sobre mi?
Agité la cabeza, tratando de despejarme, y volví a mirarle seriamente, sin mediar palabra.

-Cullen.-siseé cuando le oí llegar.-Sácala de aqui.-dije refiriendome a Marie, a quien aun mantenía oculta detras de mi.

Deje de controlarlas al ver al otro vampiro y mis ojos se dirigieron a este ultimo
Tu si que eres un Cullen
Dije sin perder mi sonrisa, mostrando un aspecto inocente antes de quitarme las gafas y mostrar mis ojos color borgoña
Solo me aseguraba que no sufriera ningun imprevisto...
Dije ahora dirigiendome a la chica humana
Aunque en verdad su sangre es... atrayente...

Tomé a Mariella de la mano colocándola tras de mi mientras la rodeaba con un brazo en un gesto entre posesivo y protector, mientras miraba al vampiro frunciendo el ceño. Desvié mi vista de este para centrarla en Marie, quien ahora se preocupaba por los problemas que pudiese tener. -Lo único que me importa eres tu Marie, deja de preocuparte... -susurré mirandola y besé su frente. Miré a Leah al oir su voz y arrugué la nariz al sentir su olor tan cerca. -Gracias... -mascullé entre dientes mientras seguia sujetando firmemente a Marie. Volví a mirar al vamiro y frunci el ceño. -Espero que comprendas que estás en un territorio ocupado y sepas respetarnos, tantos a los licántropos como a nosotros... -dije seriamente. -No queremos tener conflictos... -siseé con pura desconfianza.

Sonrei asintiendo
Es increible que nadie me conozca despues del tiempo que llevo en Frorks... ni siquiera de vista por el colegio?
Alce una ceja y me encogi de hombros antes de sonreir de lado, no tenia intenciones de conflictos, pero me interesaba su dieta

Vi por el rabillo del ojo como Edward colocaba a Mariella detras de él, sin quitar la vista de el otro vampiro.
Le miré fijamente, analizandole, no pensaba bajar la guardia.

-Podéis hablar de esto en Forks.-siseé.-Fuera los dos.-dije sin pararme a mirar a Edward.

Las palabras de Leah me recordaron que estaba rompiendo el tratado estando aquí, esperaba que entendiese que esto había sido una causa mayor, despues me tocaría hablar con Sam para no terminar en problemas. -Siento haber entrado en vuestro territorio Leah, pero entenderás que tenía que hacerlo... -dije con la mayor tranquilidad que fui posible. Desvié la vista hacia el vampiro y alcé una ceja al oir sus pensamientos. -No voy mucho por el instituto ultimamente, de todos modos... deberíamos continuar esta conversacion fuera de la Push, ¿por favor? -segui sosteniendo a Mariella contra mi rodeandola con mi brazo, además de hacerlo fuera de la Push ibamos a hablar despues de dejar a Mariella en mi casa, pues no pensaba dejarla cerca del desoconocido.