-Nombre Completo: Elizabetta Vulturi.
-Edad: Aparenta unos 17 años, en realidad unos 160.
-Raza: Vampira.
-Fecha de transformación aproximada: Recuerda que era invierno, por 1850.
-Dieta: Carnívora.
-Descripción Física: Delgada y de corta estatura. Cuerpo esbelto y piel excesivamente pálida. Ojos grandes, de forma felina, de un azul intenso. Labios carnosos y rasgos delicados y aniñados. Largo cabello rubio claro, casi plateado.
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-Descripción Personalidad: Con quien quiere es simpática y dulce. Tiene un caracter algo aniñado. Caprichosa y jugetona, le encanta hacer travesuras. En el fondo es madura y sabe ponerse seria si la situación lo requiere. No le gusta nada que la subestimen, y no conviene hacerla enfadar. Es muy pasional y se guía por instintos. Cuando no respeta a aalguien se conporta de forma fria y arrogante con él, a veces incluso cruel.
-Don: Puede bajar la temperatura de las cosas, congelándolas.
-Aficiones: Jugar, montar a caballo, ir a fiestas, jugar con la comida antes de comersela...
-Debilidades: Si se encaríña con alguien es incapaz de hacerle daño, no piensa antes de actuar.
-Temores: ...
-Posesiones: Posee muchas cosas, pero solo le tiene aprecio a dos, un colgante de cristal que lleva desde antes de que la transformaran y su gato, Orión.
Colgante:
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Orión:
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-Historia: Elizabetta nació en el seno de una familia acomodada, en el Londres Victoriano. Desde niña siempre tuvo todo lo que deseó, unos padres que la adoraban, dinero, ropa preciosa... Pero un día, al comienzo del invierno, sus padres murieron en un accidente. De pronto, Elizabetta se vió sola. Soltera, huerfana, sin nadie que se ocupara de ella... Le quitaron su casa y todo lo que tenía, dejandola en la calle. La primera noche en la calle la pasó hullendo de unos borrachos que trataron de violarla, a la segunda, desesperada, trató de quitarse la vida cortandose las venas. Atraido por el olor de su sangre, un vampiro la encontró, y la transformó.
Elizabetta no llegó a ver el rostro de su verdugo, o salvador (dependiendo del punto de vista), se desmayó antes por la pérdida de sangre. Solo recuerda haber despertado días más tarde, entre agónicos dolores, pero con una nueva y misteriosa energía en su interior. Vagó de aquí para allá varios años, hasta asentarse con los Vulturis, después de que estos descubrieran su don.